De la abuela L.A solo sé que murió calva. Un extraño silencio recorre la memoria de la familia de mi abuelo, su hijo.
Miguel Angel Yáñez Polo, el autor del libro que he citado tantas veces(1) le dedica a Rafael Pavón, que firma la fotografía de mi bisabuela, un par de páginas. No parece saber cómo llegó a la ciudad ni con quién aprendió. No dice nada de su lugar de nacimiento sólo que se establece en 1907 en la calle Rioja. Va de los números 11 al 41 en esa calle, pero su lugar definitivo será Tetuán 5 donde crea uno de los gabinetes mas lujosos de la ciudad. “Decorado de manera sobria y elegante y con una extraordinaria iluminación eléctrica”. No sé qué era en 1911 una extraordinaria iluminación. Es tan fácil pensar que todo ha sido siempre igual.
La señora debía tener unos sesenta años cuando se puso delante de uno de los forillos hermosamente pintados que tenía Pavón.
“Doce telones pintados y otros tantos monocromos, todos ellos movidos por poleas, formaban la galería. Al fondo de la casa existía un pequeño almacén para mobiliario y un soberbio laboratorio”.
Yáñez tiene a Pavón por un gran retratista, renovador y sensible a la expresión de la personalidad de sus modelos. Destaca en la factura la calidad de los detalles en la sombra. Los busco en la imagen. Sobre la silla el álbum de fotografías, la flor en el poyete que simula en el telón una ventana que simula iluminar suavemente el rostro de la señora.
Parece que el tal Pavón era un hombre culto, de porte elegante y distinguido y con un bigote estilo Kaiser que se atusaba con frecuencia. Paseaba las terrazas de la calle Sierpes siendo bien considerado por los que otorgaban el don de visitar a los unos y a los otros (2), pero algo debió torcerse. Problemas familiares, una economía en ruina que no pudo resolver, quién sabe, el caso es que Pavón, un día, que era un día cualquiera para los demás y el día de su muerte para él, cogió el camino y se dirigió a la Plaza de Santa Barbara. Allí había un bar donde a veces se reunía con algunos amigos. En el bolsillo llevaba un veneno que había cogido en su laboratorio. Sublimado corrosivo en la dosis justa para que la muerte fuera rápida. Se lo tomó allí, delante de todos, después de charlar un rato con los unos y los otros. La cosa que lo trae y trae aquí su muerte que debió ser espantosa, es que Juan Ruiz Alcaina estaba allí.
Juan Ruiz Alcaina fue un fotoesmaltista que tenía el taller en la calle Regina. A pesar de que es una importantísima fuente de información sobre el mundo de la fotografía de su época, no hay mucho en el libro sobre él.
Sucedió en 1927. Si suponemos que en 1907, cuando se establece en Sevilla, tenía 30 años, en el 27 tendría unos 50.
"Lo llevamos a su casa en un coche de caballos y al llegar al Duque ya estaba muerto”
Juan Ruiz Alcaina estaba allí. Un olor horrible, vómitos y una palidez que no era de este mundo, le contó a Yañez Polo, igual que le contó que había una fotógrafa en la calle Feria que era alegre como unas castañuelas, La tía Paquita. Una conversación sobre Rafael Pavón y otra sobre tía Paquita es lo que andamos buscando. Unas conversaciones que fueron grabadas en agosto en el año 1978 y que no están publicadas. Forman parte del legado de Miguel Angel Yáñez Polo a la ciudad de Sevilla y a sus gentes.
Y viendo las fotos de Pavón en internet, buscando, encontré una nota sorprendente. Era del servicio de búsqueda de PARES(3) Decía así:
“Muchos de los fotógrafos eran a la vez masones, y de ellos se conservan expedientes de depuración en la Sección Especial: son los casos de Jaime Bruzón Morello, Rafael Pavón, retratista prestigioso que trabajó para la Revista Bética, Francisco Prieto Losada, Teodoro Maisch y el estudio Bernabé, de Manila”
Rafael Pavón Fernández, simbólico Zoroastro grado 4º fotógrafo
con estudio en Sevilla, 'comenzó a trabajar en 1907....retratista
magnífico, con suntuoso gabinete al arco voltaico, se suicidó con
sublimado corrosivo de su laboratorio' según Miguel Angel Yáñez
Polo en 'Historia de la fotografía en Andalucia', p.56
Voy a la SECCIÓN ESPECIAL(F) a la que me dirige la búsqueda. Sobre el expediente de depuración no hay nada pero encuentro estas dos fotografías perfectas, bien digitalizadas y bien documentadas. Hechas por Rafael Pavón el fotógrafo que había hecho el retrato de la abuela Lola.
Retrato de grupo
Fotografía en formato imperial donde hombres, mujeres y niños, posiblemente de la Logia Isis de Sevilla, están fotografiados en las ruinas de Itálica. Los hombres aparecen adornados con atributos masónicos, algunas mujeres y un niño también.
A pie de foto manuscrito: 'Ruinas de Itálica/28 Diciembre 1913'
A pie de foto sello grabado: PAVON/SEVILLA
Retrato de grupo.
Fotografía de los hermanos de la Logia Fe de Sevilla en su tenida de inauguración del nuevo templo. Preside el Venerable Maestro. Los hermanos llevan atributos masónicos de cargo y grado y se pueden ver atributos de taller como la cadena de unión, el suelo ajedrezado, el ara, etc.
Debajo de la esta última fotografía un texto manuscrito nada interesante y sin fechar que he recortado igual que los portafotos, permitiéndome una licencia por la que pido perdón, para poder asomarme a las caras de estos hombres y mujeres que me son tan extraños. No sé si la palabra MASONERÍA tiene para vosotros el mismo pálpito, el mismo resonar lejano y misterioso.
Franco los persiguió con ahínco.
En PARES, el portal de Archivos Españoles, se custodia su memoria.
NOTAS
- Miguel Ángel Yañez Polo: "Historia General de la Fotografía en Sevilla".
2. https://www.todocoleccion.net/fotografia-antigua-gelatinobromuro/sevilla-fotografo-r-
pavon-principio-1900-mide-14-50-x-10-c-m-ver-fotos~x331915598
3. Portal de Archivos Españoles (PARES) - PARES | Ministerio ...
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