lunes, 28 de marzo de 2022

UNA FOTOGRAFÍA DE RICARDO COMPAIRÉ (Belén Jiménez)




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Ramón Acín y Concha Monrás en su casa familiar de Cuenca en 1922. Fotografía de Ricardo Campairé.

 Encontré esta fotografía en un artículo de diario.es que anunciaba una exposición. Se llamaba “El cajón de las fotos” y mostraba las fotografías familiares de los Acín Monrás. Está fechado el 27 de diciembre de 2021. Tenéis el enlace más abajo.

Ramón Acín nació en Huesca en 1888 y murió en 1936 con 47 años. Concha Monrás había nacido en Barcelona en 1898 y murió en 1936 con 38 años. Ricardo Compairé, fotógrafo y amigo de la familia, nace en 1883. Tenía 52 años en el momento fatídico en que los mataron. En 1945 deja la fotografía definitivamente. Muere en 1965.

 


 

En este recorte pude verla más clara. La pajarita en la jaula me detuvo. Me asalta en ella el aliento surrealista que acompañó a nuestra juventud en la Segunda República. En Aragón Buñuel, Acín y Compairé... En Huesca “una provincia de tercera con gentes de cuarta” dijo Acín en alguno de sus textos. Unas gentes que no le perdonaron su rebeldía. Fue el tercer asesinado por el levantamiento en la provincia y habría sido el primero si no lo hubieran escondido. Salió de su agujero para defender a su mujer, Conchita, que estaba siendo violentada, fue detenido y fusilado delante de la tapia del cementerio de Huesca el día 6 de agosto de 1936. Conchita también fue detenida. La fusilaron con otras noventa personas cuando hacía poco más de dos semanas de la muerte de él. 

Buñuel nació en Calanda (Teruel) en 1900. Tenía 36 años cuanto estalló la contienda. 52, años tenía Compairé, 47 Ramón y 38 Concha. Buñuel era el más joven de los cuatro. En 1922 cuando Compairé hizo la fotografía, la que tiró de mí, tenía 22 años.


  Cómo había llegado la modernidad a Huesca, me pregunto. La modernidad que está en la jaula de la pajarita y en los cuadros, tan “modernos”, que cuelgan en un rincón que me recuerda a la casa de mis abuelos. La modernidad que está en toda la obra de Acín. Sería estupendo tirar del hilo y encontrar a los amigos de Acín, los que colaboraron con él en las publicaciones libertarias. Ciudades pequeñas, amigos compartidos.  


 

Buñuel tenía 24 años cuando Salvador Dalí lo pintó delante de un paisaje metafísico. A su lado Acín en el que es su retrato más conocido. No sé si es de Compairé, del que, por cierto, no hay un retrato de esta época, al menos yo no lo he encontrado. Otro fotógrafo que se esconde. 

Luis Buñuel y Ramón Acín, amigos. En 1926, cuando acaba de nacer su segunda hija, Acín visita a Buñuel en París. Pasa allí varios meses y conoce las nuevas tendencias artísticas. Había sido encarcelado más de una vez, durante la dictadura de Primo de Rivera, durante la monarquía de Alfonso XIII e incluso durante la Segunda República por sus artículos y sus ideales anarcosindicalistas. El fracaso de la sublevación de Jaca, que él apoyó, lo obligó a exiliarse en París. Otra vez Buñuel, otra vez París. 

Luis Buñuel y Ramón Acín: la suerte de los dos está unida en la historia: “Si me toca la lotería te doy el dinero para que hagas tu película”, algo así debió ser dicho. Y tocó. Tocó el gordo en Huesca la Navidad de 1932. Acín cumplió su promesa y Buñuel, hizo “Las Hurdes, tierra sin pan”. Ese había sido Ramón Acín, el que financió la película de Buñuel, esa era hasta ahora mi única referencia. 

Busco información después de leer el artículo: Acín fue maestro de maestros, pedagogo, dirigente de la CNT, visionario y progresista pintor, dibujante, polemista, antitaurino, anarquista. En todo adelantado. Ella, Conchita Monrás, fue mujer culta, deportista, con excelentes dotes para el piano, esperantista. Una mujer libre y comprometida que compartía con Ramón pensamiento y esperanzas. Tuvieron dos hijas: Katia y Sol.

 

 


La segunda fotografía, la amputada, es la que se exhibe en la exposición a la que hace referencia el artículo que me enseñó la primera foto, la que tira de esta historia. Ella, la chica, debía ser la tata, eso imagino, la querida tata de las niñas, por eso está en la fotografía original, porque también ella es como de la familia. Su presencia hace más íntima la escena y me hace pensar que es de Compairé. Todos reunidos en el salón de la casa. Suya o no, desde luego parece obra de un profesional. 

   



 

Conchita y Ramón, Luis y Federico. El Lorca aragonés. Así llamaron a Acín cuando reivindicaron su memoria. Los dos artistas, los dos asesinados. ¡Qué parecidas las dos fotografías! La de Lorca y Buñuel está fechada: 1923. 

 

Éste que veis es el único retrato que he encontrado de Ricardo Compairé. El señor de la fotografía ya no es fotógrafo. Es un farmacéutico retirado que paseará hasta su muerte los caminos del Alto Aragón, los mismos caminos que recorrió cargando 40 kilos de material fotográfico de valle en valle, de pueblo en pueblo, en busca de sus gentes y costumbres, consciente de que un mundo desaparecía ante sus ojos, registrando para el futuro el primer tercio del siglo XX en sus montañas. Paisajes, trajes, aperos, oficios ... 

Su archivo de más de 4.400 imágenes está custodiado por la Diputación Provincial de Huesca. Muy bien custodiado. No he encontrado la forma de consultarlo. 


Según he leído, aunque no puedo estar segura, Compairé realizó esta fotografía el día del bautizo de uno de sus hijos. Hay algo en ella que me recuerda a mi infancia.

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