EDUCATION DEVELOPMENT FOUNDATION NEPAL (EDFON)
Alimentación, vivienda, trabajo digno, educación y sanidad son derechos básicos que deberían estar garantizados en todos los países. Lamentablemente vivimos en un mundo lleno de desigualdades, hambre, guerras y falta de estos derechos. Nepal no está exenta de esta situación, de hecho, es uno de los países donde, por ejemplo, la educación es un negocio.
El 25 de septiembre de 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible como un llamamiento para acabar con la pobreza y garantizar que en 2030 todas las personas disfruten de paz, igualdad y prosperidad.
Hay países y personas que no pueden esperar tanto. Este es el caso de Nepal, donde la pobreza y la falta de derechos fundamentales hace que organizaciones como Education Development Foundation Nepal hayan decidido actuar ya para garantizar una educación digna y gratuita para los niños y niñas de Nepal.
Esta asociación sin ánimo de lucro nace con el objetivo de escolarizar al mayor número de niñas y niños en exclusión social, de diferentes etnias y castas bajas, y reforzar la alimentación. Se pretende, pues, escolarizar al mayor número de niñas y niños y ofrecerles una educación de calidad para que puedan integrarse en los ámbitos socioculturales. Como objetivo general, esta ONG lucha por mejorar sus condiciones de vida y mitigar los prejuicios de las castas.
El colegio Nepal Ratna School está ubicado en un barrio de la periferia de Kathmandú, Jaranku en Nepal.
La lentitud burocrática de Nepal y la falta de recursos en este país hace que la consecución de estos objetivos se convierta en una lucha diaria.
Afortunadamente las fortalezas y oportunidades son muchas como nos comenta Alma Millán.
Con un personal de 13 profesoras, el director, dos personas encargadas de la limpieza, voluntarios, se logra que este proyecto siga adelante. Eso sí, con un esfuerzo titánico por parte del personal.
Además, desde la Asociación Tarrasa Solidaria Internacional, han recibido soporte económico para diferentes proyectos.
El colegio fue construido por Arquitectos Sin Fronteras, el comedor social es un proyecto de sostenibilidad aprobado por el Ayuntamiento de Tarrasa (Solidaridad Internacional), y también reciben otras donaciones de socios y padrinos.
Donaciones, apadrinamientos y cuotas de socios son la fuente de financiación de este proyecto que merece toda mi admiración y respeto.
Después de conocer y visitar este proyecto es difícil evaluar este torbellino de sensaciones, el dolor por ver en qué condiciones viven estos niños y niñas y sus familias, imaginar cómo han podido sobrevivir en estos dos años de pandemia, en un país donde no solo la educación es un negocio sino que la salud pública también.
Me voy sin embargo con la satisfacción de ver cómo pese a todo, estos niños y niñas continúan con sus clases diariamente.
La alegría también de verlos en el comedor social, donde se hace un esfuerzo para reforzar la alimentación de estos niños y niñas, y ver a gente como Kami Sherpa (responsable coordinador de proyectos en Nepal) colaborar en que ello se haga posible al menos un día a la semana, o dos o tres como comenta Alma, y que en uno de los países más pobres del planeta gente como Alma Millán, Kami Sherpa y mucha más gente hagan posible este milagro.
Y aquí en Nepal, el haber conocido la proyecto EDFON, que dirige Alma Millán, hace que tenga la completa seguridad que otro mundo más justo e igualitario es posible gracias a estas maravillosas personas.
NAMASTÉ.
Texto y
Fotos: Francisco José Fernández Román
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relacionadas: https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/objetivos-de-desarrollo-sostenible/
https://www.facebook.com/edfonschool/
https://edfonbarcelona.wixsite.com/nepal
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