jueves, 2 de diciembre de 2021

Sinopsis de la charla sobre fotografía de viajes de Pedro J. Saavedra, "Distancia e incertidumbre. Experiencias de viajes a través de la fotografía y el vídeo" (22/11/2021)




¿Por qué viajar?

Porque ciudades, mares y desiertos están ahí y están ahí para verlos con los propios ojos. 

Porque el viajero despojado, olvidado de sí mismo, pasea por el mundo un alma alegre.

La mirada limpia del viajero en vídeos hechos sin un plan previo. Vídeos que no buscan, que ven a golpes de azar, deprisa, mientras se anda el camino. Videos que ya se montarán cuidadosamente a la vuelta, en casa, cuando el viaje es ya memoria y es el tiempo de mostrar. 

En la Ashura, en Irán, en el año 2016 ya no hay sangre ni castigos. No los ve el viajero que no los busca. El que visita, el viajero de la mirada limpia, ve emoción, eso sí, en una fiesta que no le parece tan diferente de la Semana Santa en Sevilla. Los jóvenes llevan sobre sus hombros un sencillo armazón construido con troncos sobre el que la Palma se balancea recorriendo las calles de la ciudad de Yazd, o portan una extraña construcción piramidal de espejos y cristales. En grupos, los hombres levantan las palmas y se golpean con las manos cruzadas en el pecho. Una fiesta de hombres, pienso, como lo era la nuestra no hace tanto. Más austera. Solo ropas oscuras, sin más música que un único canto de alabanza repetido en los corros. 

Se conmemora el asesinato de Husein, el que, según los chiitas, debería haber sido el sucesor de Mahoma, en la ciudad de Kerbala. 

Algunas fotografías de la ciudad, las torres de vientos, ingeniosos inventos que refrescaban las casas señoriales, dos mujeres cubiertas de espaldas, contemplando. Otras que no puedo recordar. Se vieron demasiado deprisa quizá o la competencia con el vídeo las empequeñeció. 

Luego en 2017 las calles palestinas en tiempos de intifada y la memoria enloquecida de la cárcel de Khiam en el Líbano. Un mediterráneo hermano sometido a un sufrimiento despiadado. 

Y acabamos el periplo en 2019, en Irak, en la peregrinación de Arbain. Allí lo encontramos , uno más entre los otros, confundido, recorriendo a pie 80 kilómetros hasta entrar en la ciudad de Kerbala y en su mezquita de colores. Compartiendo el pan con 22 millones de personas, peregrinos de todas las edades, chiitas de todo el mundo que conmemoran la muerte de Husein en una enorme fiesta comunitaria donde todo es para todos y donde no hay más orden que el que los peregrinos se dan.

Agradecidos, esperamos ver pronto el trabajo fotográfico que realiza aquí, mientras prepara el próximo viaje, donde mira la huella que deja la acción del hombre en el territorio: Criadores de caballos en la periferia de Sevilla. Isla Mayor, entre la tierra y el agua.

https://pedrojosesaavedra.com/HOME

https://www.instagram.com/pedro_j_saavedra/

[Texto: Belén Jiménez; Fotografía: Javier de la Cruz] 


2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. ¿La vida cotidiana de las personas van en paralelo a la de los dirigentes? ¿Qué dicotomía existe entre los dirigentes y sus pueblos? Una curiosa visión entre el viaje y el concepto antropológico

    ResponderEliminar

NO LUGARES. Colectiva