Stefania cuenta historias, le gusta contar, pone títulos y se apoya en la palabra. Pero esta historia está muy bien contada. Sin palabras. Sobre Lole está todo dicho en una fotografía: aguja y palmas, trabajo y arte.
Cuenta historias también sobre su tierra y vuelve a apoyarse en la palabra. Teme no ser comprendida cuando muestra un kiosco de prensa cerrado y un hombre escondido en la luz, cobarde. Pero la mancha oscura del kiosco que ocupa casi toda la fotografía y esa luz como un cuchillo dirigiendo la mirada, dicen. Deberíamos haber visto su trabajo en Sicilia cerrado, el libro, (es verdad que no se veía bien tan pequeño) porque la colección de fotografías es muy heterogénea, desigual y la vimos demasiado rápido. Seguro que los proverbios y refranes le dan una unidad que de otra forma no tiene.
Mientras tanto Stefania se reinventa, resiliencia, el tema le interesa. Las margaritas entre las chabolas de los inmigrantes de la fresa. La margarita fuerte y resistente que sigue su viaje entre fragmentos y en busca de historias, por eso, seguramente, recala en el retrato.
Una visita a las chabolas de Huelva es su trabajo más reciente. Donde más poética su obra, en el fragmento, en busca del hogar, cuando lo encuentra construido entre cartones. Habitar la miseria. Bodegones de nuevo, luz escasa dibujando.
Qué hacer con fotos cómo estas, se pregunta Stefania. ¿Qué hacer ante el dolor de los demás? Pregunta antigua que descubre una pregunta que es nueva, ¿qué hacer ahora cuando las fotografías ya no tienen el valor de la denuncia, cuando todos saben y todos callan?
Gusta escucharla hablar sobre su obra. Gusta oírla contar sus dudas, lo mismo de un encuadre (hace mal porque tiene muy buen ojo), que de sus intenciones. Ese es el camino del artista. Nos ha dicho que es más artista que fotógrafa y así es, porque así ocurre cuando acude la poesía. llegó abierta y generosa. Y nos conmovió a todos.
De esa conmoción surgió la idea de “La reseña colectiva”
Aprender a decir es de lo más interesante y la fotografía, lo que tiene, sobre todo, es una conversación.
Agradecemos la presencia de Stefanía a nuestra compañera Nora y a nuestro compañero Paco, la presencia del monitor.
[Texto: Belén Jiménez; Fotografía de Stefanía Scamardi: Francis Fernández]
[Fotografías de la obra de Stefanía Scamardi de su web: https://www.scamardi.org/ ]
La reseña colectiva.
Paco Aragon: "Con sencillez, sin caer en la humildad, Stefanía ha compartido su recorrido artístico con nosotros, una trayectoria llena de dudas, de decisiones, llevada por la intuición y el convencimiento de que el camino elegido era el que ella quería. Fruto de todo eso, son las fotografías que nos ha mostrado, un abanico de imágenes que merece la pena ver y rever, por que tras ellas se encuentra un ojo fotográfico y la mayoría de las veces poético. Gracias Stefanía Scamardi."
Silvia Villena: "Unas fotografías muy interesantes, con propuestas muy diversas. Me ha gustado mucho conocer su trabajo y conocerla a ella.
Fotografía para sentir, sería la mejor manera que tendría para definir el trabajo que Stefanía Scamardi presentó ayer. Emoción sin estridencias y con autenticidad. La búsqueda del por qué tenemos necesidad de fotografiar y para qué lo hacemos. Una exposición de fotos e ideas con una cierta desorganización y con belleza. Una mirada más antropológica que fotoperiodística."
Nora Casalanga: "Stefania Scamardi de Messina al Pumarejo.
Esta arquitecta graduada en la Universidad de Venecia lleva muchos años afincada en Sevilla, tras dejar su ciudad natal, Messina, en Sicilia. Se define como una artista y la fotografía es parte importante de la andadura que la ha traído a Sevilla, dejando muchas imágenes que retratan lo cotidiano, que buscan el mensaje primero, lo que sugiere el momento y luego vendrá la parte técnica. Sus fotografías del Polígono Sur, los asentamientos en Huelva destacan su trabajo como fotoperiodista, para luego pasar a una parte más íntima donde a través de los retratos se revela su faceta más artística. Desde hace años está vinculada a la lucha por la rehabilitación de la Casa Pumarejo."
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